El Jardín Botánico y Cultural William Miranda Marín promueve mucho más que el respeto por la naturaleza, es también exponente de la historia de Puerto Rico.
La producción y el comercio del azúcar constituyeron elementos inseparables de la evolución caribeña del siglo pasado. En el Jardín Botánico y Cultural William Miranda Marín figuran como testigos, las ruinas centenarias del antiguo Ingenio Azucarero San José, así como las huellas del trabajo esclavo, cuyo invaluable sacrificio, representó un elemento importante en el desarrollo de la personalidad criolla. Además, se ubican importantes yacimientos arqueológicos de los indios taínos que habitaban Borikén -nombre aborigen de Puerto Rico-, piezas que datan desde épocas precolombinas hasta tiempos de la colonización española.
Por todo lo anterior, el Jardín Botánico y Cultural William Miranda Marín expone el rico acervo multicultural que conforma la herencia criolla de los cagüeños y puertorriqueños. Al sumarse en su textura las fibras de los taínos, negros y españoles, el Jardín celebra las raíces del criollismo -la suma de nuestras tres etnias- en varias de sus zonas educativas.